Voy sobreviviendo
en este mundo
dando arañazos
de supervivencia
arrebatando con
mis cinco sentidos
aquello que por
derecho me pertenece y me fue quitado por una ilusa maldición a causa de dos
seres sin ombligo.
Dando arañazos
instintivos,
impulsados por
el grito de mi ser
que me dicen
¡basta! de mil y un maneras
al fracaso repercutivo
de sus días.
Arañazos que
desgarran cicatrices
sacando toda pus
sobre la llaga
para que la
herida sane sin dolor
y se borre para
siempre.
Voy
sobreviviendo en este mundo
dando arañazos
de supervivencia
y aunque me
toque estar en el lado gris de la vida sé que pronto el rosa brillará.
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