ROSA SALVAJE

Una eternidad esperé por ti
como rosa salvaje en el pantano de mis silencios
como una estrella en el firmamento
como el sol brillando en el desierto.

Bastó un instante de los que dura toda una vida
para saber en mi interior que eras tú a quien yo esperaba
aquel ser que tanto he anhelado en noches frías y oscuras
para que me lea cuentos y me abrace y vele por mis sueños.

Esperé por ti paciente, sin dudas, llena de amor por entregar
y te encontré entre fresas salvajes

que saciaban su sed de amor contemplándote.

Te esperé y llegaste,
y en mi corazón tu huella dejaste
te quedaste en mi, como espina en la rosa
alimentando al corazón.